top of page

OPINIÓN| “No me ande mandando a La Chingada”

  • Foto del escritor: Alex Hernández
    Alex Hernández
  • 26 jul 2024
  • 3 Min. de lectura

Con un lenguaje propio de cualquier ciudadano, lleno de picardía, en un tono de conciliación (porque la diplomacia se debe guardar en estos momentos de incertidumbre) y con su toque de sarcasmo, López Obrador hace público un presunto escrito que mandó a Trump.

ree

No hay nada más mexicano que “chingar”, un vocablo que ha pasado de generación en generación como parte del folclor de nuestro país y una huella inequívoca que, hasta en las palabras, tenemos la obsesión de buscar salir ganando.

 

“Oiga, todavía soy Presidente de México, por eso que dijo que ya no estaba; termino hasta finales de septiembre. Le aclaro porque hace unos días comentó que ya me había retirado. Por favor, amigo, no me ande mandando a la ‘Chingada’ antes de tiempo. Aunque se ría y siempre le parezca extraño, ahí le va de nuevo otro abrazo”, son las palabras con las que termina la supuesta carta que Andrés Manuel López Obrador le habría enviado al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.

 

México hoy vive una dura crisis de seguridad, basta con voltear a ver a Chiapas, Morelos, Guerrero o Guanajuato para darse cuenta que la estrategia del aún presidente, parece no tener buenos resultados en los últimos meses. Este tema regresa a la discusión pública después de los constantes ataques de Trump en los que enaltece el estado de inseguridad de nuestro país, incluso asegurando que los cárteles podrían acabar con el gobierno en menos de dos minutos. Y a pesar que el discurso de Trump tiene un sinfín de imprecisiones y connotaciones xenófobas, mantiene la llama encendida de un problema que se agudiza cada vez más.

 

Pero ¿Cuál es la respuesta de nuestro mandatario ante los constantes ataques de Donald Trump?

 

Una carta que representa tanto de la figura de Andrés Manuel, pero tan poco para proporcionar soluciones tangibles a la problemática.

 

Con un lenguaje propio de cualquier ciudadano, lleno de picardía, en un tono de conciliación (porque la diplomacia se debe guardar en estos momentos de incertidumbre) y con su toque de sarcasmo, López Obrador hace público un presunto escrito que mandó a Trump, intentando ensalzar la figura de México en Estados Unidos, llevándolo por el lado “fraterno”, nombrando a Trump “amigo”, pero pareciendo dar una curso básico de cómo los norteamericanos necesitan tanto de los mexicanos, como nosotros de ellos.

 

Metiendo a China, la migración y los aranceles, AMLO toca varios elementos discursivos de la campaña de Donald Trump, pero con un lenguaje práctico que no solo parece proveniente desde un tono de reconciliación, sino con una cierta giribilla irónica muy propia del Presidente. Con un pequeño reproche humorístico, se logran leer las últimas líneas del documento que formó parte de las primeras planas de los principales diarios a nivel nacional.

 

Y así, entre las risas de los asistentes y el aplauso de algunos adeptos, el Presidente calmó las aguas de dos discusiones importantísimas: la cada vez más tensa relación con quien podría ser el próximo Presidente de Estados Unidos y la crisis de inseguridad y violencia que vive nuestro país.

 

Nuevamente, como en muchas ocasiones, el discurso del Presidente venció a la realidad, dejándolo ver como un hombre valentonado, que contesta cuando se necesita y demostrando que a pesar del tamaño del adversario, los mexicanos, a “La Chingada”, solo nos vamos cuando nosotros queremos.

Solo esperemos que cuando decida irse el Presidente, no nos toque irnos a todos.

Comentarios


Historias del día

bottom of page