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Presupuesto 2026: entre el alivio para algunos y el desafío para otros

  • Foto del escritor: Claudia Galguera
    Claudia Galguera
  • 15 sept
  • 2 Min. de lectura

El Gobierno mexicano presentó su Paquete Económico 2026, con promesas de mayor crecimiento, reducción del déficit fiscal y expansión de programas sociales.

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El cierre de 2025 y la mirada puesta en 2026 traen consigo una mezcla de esperanza y preocupación. El Gobierno mexicano presentó su Paquete Económico 2026, con promesas de mayor crecimiento, reducción del déficit fiscal y expansión de programas sociales. Pero detrás de esos anuncios también hay implicaciones para familias, emprendedores y pequeñas empresas.


Lo que propone el Presupuesto 2026


  • Se estima un gasto total de aproximadamente 10.19 billones de pesos, un aumento de ~5.9% respecto al año anterior.

  • El porcentaje de recaudación tributaria subirá, proyectándose que los ingresos representen hasta 15.1% del PIB.

  • A nivel social, se propone que los programas del Bienestar reciban ~987 mil millones de pesos, para apoyar a ~82% de las familias mexicanas.

  • Se contemplan nuevas “impuestos saludables” (por ejemplo, a bebidas azucaradas y videojuegos violentos) y modificaciones arancelarias para productos de países con los que México no tiene acuerdos comerciales.


 ¿Qué significa para las familias?


Muchas familias serán beneficiadas directamente por los programas sociales ampliados —pensiones, becas, apoyos integrales— lo que puede aliviar presión sobre el ingreso familiar.  Así mismo, el enfoque en bienestar, salud, vivienda y educación podría mejorar servicios públicos, reduciendo algunos gastos privados de las familias.

Por otro lado, los nuevos impuestos / aranceles pueden elevar el costo de productos importados, de artículos tecnológicos, materias primas para pequeños negocios, lo que indirectamente también afecta los precios que paga el consumidor. También las propuestas de gravar intereses bancarios con mayor tasa de retención y disminuir deducibilidad de ciertos pagos pueden afectar a personas que utilizan instrumentos financieros o que tienen reservas de dinero en bancos, es decir ahorrar nos costará más caro a nivel de impuestos.


Equilibrio necesario


Para que el Presupuesto 2026 sea algo más que promesas y optimismo, México necesita:

  1. Que los aumentos fiscales o arancelarios se acompañen de programas de apoyo para los más vulnerables y para los pequeños negocios: subsidios, crédito barato, capacitación, incentivos fiscales.

  2. Transparencia en cómo se aplicarán las «impuestos saludables»: que no se vuelvan ganancias fiscales disfrazadas sin mejora tangible en servicios como salud, educación o transporte.

  3. Políticas que promuevan producción nacional sin ignorar que los hogares también necesitan productos accesibles, materiales importados razonables y opciones saludables.


En resumen, el Presupuesto 2026 trae posibilidades esperanzadoras: más programas sociales, mayor recaudación, quizás un camino hacia mayor justicia fiscal. Pero también nuevos desafíos: aranceles, impuestos y costos que podrían pesar más sobre quienes menos tienen. El verdadero éxito de este presupuesto no será que crezca el PIB o que bajen los números fiscales, sino que las familias perciban alivio real y que los emprendimientos pequeños puedan seguir creciendo sin temor a quedar atrapados en una economía de costos crecientes.

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