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Comprar mexicano en navidad

  • Foto del escritor: Claudia Galguera
    Claudia Galguera
  • hace 30 minutos
  • 3 Min. de lectura

Cuando compras a un negocio local o a un fabricante nacional, el dinero que gastas tiene mayor probabilidad de permanecer en la comunidad. Según estudios sobre consumo local, por cada 100 unidades monetarias gastadas en negocios pequeños, una parte significativa —mucho mayor que cuando se compra en grandes cadenas o importados— se reinvierte en empleo, servicios, proveedores y otros comercios de la zona.  


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En cada temporada navideña, cientos de miles de hogares en México se preparan para regalar: juguetes, ropa, accesorios, artesanías, comida, recuerdos. Es un momento de solidaridad, amor, celebración —y de consumo. Pero este acto cotidiano puede transformarse en una decisión con efecto multiplicador si decidimos priorizar empresas mexicanas y productos hechos en México. Lo que muchas veces se considera un gesto simbólico puede significar una inyección real para la economía local, la generación de empleo y el fortalecimiento del mercado nacional. Como emprendedora que espera esta temporada para desplazar mayor numero de productos y que de manera directa observo como se benefician muchas personas por la decisión de un comprador de consumir lo mexicano, explico desde mi visión porqué si importa comprar nacional en estas fechas:

1. Mantener el dinero en la comunidad: un efecto multiplicador real

Cuando compras a un negocio local o a un fabricante nacional, el dinero que gastas tiene mayor probabilidad de permanecer en la comunidad. Según estudios sobre consumo local, por cada 100 unidades monetarias gastadas en negocios pequeños, una parte significativa —mucho mayor que cuando se compra en grandes cadenas o importados— se reinvierte en empleo, servicios, proveedores y otros comercios de la zona.

Este fenómeno —llamado “multiplicador local” — se traduce en beneficios tangibles: más empleos, mejoras en la infraestructura, dinamismo comercial, recaudación de impuestos que pueden invertirse en servicios públicos.

2. Apoyo directo a las pequeñas y medianas empresas (PYMES)

En México, las MiPymes constituyen la gran mayoría del tejido empresarial. Según datos que suelen citarse en estudios del sector, son responsables de un porcentaje muy importante del empleo remunerado formal en el país.

Al comprar productos nacionales, estás apoyando a esas microempresas, talleres, redes de artesanos o emprendedores: les das la oportunidad de crecer, de reinvertir, de conservar empleos o crear nuevos, de mantenerse a flote en un contexto competitivo.

3. Incentivo a la producción nacional y diversificación de la oferta

Más demanda de productos hechos en México significa más incentivos para que industrias, talleres y empresas locales inviertan en innovación, diseño, calidad, identidad cultural. Así, la oferta nacional no solo se mantiene, sino que mejora y se hace competitiva.

Además, el consumo de lo local puede reducir la dependencia de importaciones, lo que fortalece la economía interna.

4. Impacto social y cultural: preservar identidad y dignidad productiva

Comprar productos nacionales —especialmente si son artesanales— también significa valorar trabajo, talento y tradición. Es una forma de reconocer que detrás de cada prenda, adorno, alimento o accesorio hay manos mexicanas, historias familiares, comunidad. Esto aporta dignidad al productor, sostiene tradiciones y genera orgullo colectivo.

En Navidad, una compra se convierte en inversión social

La temporada navideña representa una oportunidad estratégica para impulsar este tipo de consumo. Muchos consumidores tienen aguinaldo, bonos o un gasto anticipado; muchos buscan regalos con significado; muchos buscan evitar productos genéricos importados. Si en este contexto orientamos la compra hacia lo nacional, las posibilidades de impacto positivo se multiplican.

Además, optar por productos mexicanos en Navidad puede servir de estímulo para pequeños negocios: ventas anticipadas, flujo de caja, impulso para producción adicional —lo que les permite planear, contratar, mejorar materiales o inclusive innovar en diseño.

En este sentido, el consumo navideño puede actuar como un pequeño “motor de inversión” para muchas MiPymes.

En conclusión, al elegir productos locales, hacemos algo más que elegir un regalo bonito: apoyamos una red de trabajo, de talento, de esfuerzo, de sueños. Construimos comunidades más fuertes, economías más resilientes y mercados más comprometidos con su gente.

Comprar mexicano no es un gesto de nacionalismo romántico: es una decisión consciente, responsable y transformadora. Y en un país como el nuestro —rico en creatividad, tradición, talento—, es también una forma de apostar por el futuro.

Porque cuando regalamos un producto hecho en México, no solo damos un obsequio: inyectamos vida a una esperanza, sostenemos sueños, construimos economía local con valor humano.


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