CINE | Un hombre diferente / Sujo / Hereje
- Josué Cinéfago
- 8 dic 2024
- 4 Min. de lectura
El Plato Fuerte
Edward es un actor con un rostro distinto, acostumbrado al rechazo y miradas curiosas. Atrapado en su aspecto y un departamento con gotera, aceptará un tratamiento para comenzar la vida de ensueño que siempre anheló, aunque ésta se volverá una pesadilla.
"Una especie de versión masculina de La Sustancia, que abordará el rechazo y atracción al aspecto físico"

En 2013 el actor británico Adam Pearson, a quien la neurofibromatosis le ha deformado su rostro, apareció en pantalla a lado de Scarlett Johansson en el drama de sci fi, Bajo la piel, donde su personaje iba al súper por las noches para no perturbar a los demás con su aspecto. Sólo una mujer fuera de este planeta, como es el personaje de Scarlett en la cinta, pareció no importarle el físico de aquel hombre, apiadándose de él y su soledad.
Ya en 2024, Adam Pearson llega con Un hombre diferente, cinta que es una especie de versión masculina de La Sustancia, que abordará el rechazo y atracción al aspecto físico, y con humor negro cuestionará en dónde radica la verdadera “belleza” o la “fealdad” de alguien, dos caras de la misma moneda.
Edward (soberbio Adam Pearson) es solitario, aislado, trata pasar desapercibo por las miradas de curiosidad, asombro y desprecio que recibe, en un mundo donde el aspecto físico parece condicionar la situación social. En su paradójico anhelo de querer ser actor, recibirá papeles muy ad hoc a su condición, mientras una gotera en el techo será señal del estado emocional de nuestro protagonista: gotera cada vez más derruida, después reparada y por último nuevamente abierta, como una vieja herida.

Pese a que su vecina Ingrid (indulgente Renate Reinsve, La peor persona del mundo, 2021), no le importa su aspecto, e incluso pareciera atraerle, Edward decide aceptar un rostro nuevo y dejar atrás su vida incluyendo a Ingrid, quien después escribirá y montará una obra de teatro basada en Edward, por lo que busca a un actor con cara deforme.
Ya con un nuevo rostro (que incluye una dosis de horror corporal), nombre (Moratz), departamento, empleo y una imagen que vende, el “renovado” Edward (potente Sebastian Stan), reencontrará a Ingrid y querrá actuar en su obra con ayuda de una máscara (aparentar lo que ya no es), hasta que aparece Oswald, quien tiene el rostro deforme y el potencial actoral que busca Ingrid, y quien poco a poco no sólo le quitará el papel al nuevo Edward, sino todo aquello que éste creyó que conseguiría con un rostro nuevo: fama, respeto, amor, una familia.
Un hombre diferente propone que la transformación física no es suficiente para sanar las heridas internas del alma, que un cambio de rostro no borra las heridas ni el dolor, pero, sobre todo, que una cara nueva no cambia el valor como persona, pues toda validación externa es vana cuando la aceptación empieza por uno mismo.
Se puede ver en Cinépolis
El Entremés
Un sicario muere y deja a su hijo Sujo en la orfandad. Sostenido por mujeres de su alrededor, la violencia parece alcanzar cada etapa de su vida, hasta que éste crece y buscará aceptar su destino o forjar uno propio.
"Tomando el dolor, desesperanza y soledad como motor para buscar un nuevo horizonte"

Las directoras Fernanda Valadez y Astrid Rondero, han declarado que Sujo es la respuesta (optimista) a su cinta Sin señas particulares, que aborda el tema del reclutamiento forzado de adolescentes por cárteles, y que está basado en varios testimonios de niños y jóvenes que quedaron huérfanos o fueron víctimas del narco.
De manera casi poética, la cinta nos muestra cómo un caballo rebelde suelto por el monte, serán el germen de una nueva esperanza, para después, contarnos de manera cronológica en cuatro capítulos, el éxodo (cual Moisés) de un niño nacido en medio de la violencia, de la que primero es víctima, después perseguido, a la que luego se une y de la que finalmente tratará de escapar.

Sujo (solvente Juan Jesús Varela), demostrará una sensibilidad distinta de ver su realidad, cuestionando si el destino de su padre, un sicario, es inevitable; tomando el dolor, desesperanza y soledad como motor para buscar un nuevo horizonte, lejos de los cielos humeantes de Tierra Caliente, y que encontrará en las luces de la Ciudad de México, y en específico, cual faro, en la UNAM.
Lo destacable de Sujo es que lejos de echarle más leña al fuego de películas sobre narcos, propone un punto de vista más comprensivo y menos prejuicioso, mostrando el dolor, muerte y violencia de este país, pero también abriendo la puerta a la esperanza, de elegir hacer las cosas distintas. Y aunque la cinta peca de idealista, al proponer que un joven que escapa del narco y trabaja en la Central como estibador, tendrá todo el apoyo educativo para salir adelante, termina arrojando un poco de luz a un género tan oscuro y esperanza “a los huérfanos de este país en llamas”.
Se puede ver en Cinépolis y en Cinemex Macroplaza
El Postre
Dos jóvenes mormonas llaman a la puerta equivocada, y tendrán que probar su fe ante un casi teólogo pero satánico Sr. Reed, quien durante toda la noche tratará de embaucarlas a menos que ellas sean más inteligentes.
"La fe y el escepticismo pueden ser el infierno o la salvación"

¿Quién no ha rechazado el llamado a la puerta de los mormones y demás misioneros? El Sr. Reed (diabólico Hugh Grant) no sólo abrirá las puertas a unas neófitas hermana Barnes (suspicaz Sophie Thatcher) y hermana Paxton (mojigata Chloe East), sino que las embaucará para poner a prueba su fe exponiendo su visión sobre las religiones comparándolas con el juego Monopoly, triangulándolas con la música y la publicidad, retándolas a poner sus vidas en manos de Dios y tener que elegir entre si creer o no creer ante lo que él considera la verdadera religión.
Así pues, este thriller se vuelve un diabólico acertijo con varias dosis de terror santo, a veces blasfemo, donde la fe y el escepticismo pueden ser el infierno o la salvación, y donde el pensamiento racional, pese a lo que creemos, puede ser la clave para la resurrección, o al menos seguir viviendo en este en este infierno-paraíso llamado vida.
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Josué Cinéfago
El que tiene el hábito de comer y devorar cine. Espectador que practica la crítica de cine desde 2017. ‘Hasta no ver no creer’.

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