CINE | La habitación de al lado / Cómo ser millonario antes de que muera la abuela / Flow / Nosferatu
- Josué Cinéfago
- 6 ene
- 5 Min. de lectura
El Entremés
⋆ ⋆ ⋆ (6.5/10) Vale la pena
Un poco retrasada, pero llegó la última cinta y primera en ser rodada en inglés, según se anuncia, del director manchego Pedro Almodóvar, La habitación de al lado, un dulce drama sobre la amistad y la (auto)muerte.

Ingrid (maternal Julianne Moore) y Martha (parca Tilda Swinton), se reencuentran después de años en donde Martha padece una enfermedad ya en su fase terminal, e Ingrid le comienza a acompañarla en esta dura y desgastante etapa de su vida. Tras reflexionar y convencer a Ingrid, Martha ha decidido practicarse la eutanasia, pues, aunque le ha ganado algunas batallas a la muerte, sabe que en ésta no saldrá viva, más el agobio que le representa el dolor físico de la enfermedad.
Aunque dudosa y tras no ser la primera opción de Martha, Ingrid decide aceptar pasar el último mes con ella en lo que es una hermosa, aislada y cómoda casa rentada (cara, pero la ocasión lo amerita). La incertidumbre de Ingrid es que ni Martha sabe exactamente cuándo será el día que se despida de la vida, pese a decirse preparada, así que cualquier señal de la misma es desconcertante y angustiosa, pues, aunque Ingrid sabe lo que va a suceder, uno no sabe lo que es la muerte de alguien hasta que lo vive.
Cabe señalar la condición económicamente cómoda de nuestros personajes para llevar a cabo todo esto, por lo que este tiempo en contra sirve también para valorar con aprecio los recuerdos de la vida, incluso los menos gratos, así como las muestras de amistad y amor que conservamos en nuestra memoria, y los lazos familiares que por débiles o difíciles que sean, son los que nos atan a este mundo.
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El Plato Fuerte
⋆ ⋆ ⋆ ⋆ (8/10) No se la pierda
A diferencia de La habitación de al lado, la cinta tailandesa Cómo ser millonario antes que muera la abuela, se siente más cercana al contexto latinoamericano cuando de la muerte de un ser querido se trata, pese a la distancia geográfica con México. Tan lejos de Dios y tan cerca de EU.

La matriarca de una familia posee una enfermedad terminal, pero sus 3 hijos se lo ocultan para no hacerla sufrir, pero su nieto M, un vago que pretende ser gamer, le dice la verdad con el afán de ganarse su confianza y ser considerado como heredero, algo que no será fácil, pues la abuela Amah (tierna Usha Seamkhum), lleva mucho tiempo viviendo sola y tiene una dinámica muy singular a la que M le costará trabaja adaptarse, pero que después entenderá: primero por su ambición de quedarse con la herencia, y segundo, porque terminará dejando su interés personal atrás para reconectar con su abuela y compartir momentos de genuino cariño y cuidado.
Cómo ser millonario antes que muera la abuela es cercana al contexto latinoamericano en varios sentidos: Amah es una abuela de la que nadie se preocupa hasta que se enferma, y pese a que tiene 3 hijos, cada uno tiene su vida hecha como para ocuparse de ella. En este caso, el hijo mayor se la pasa trabajando todo el tiempo y pese a que le va bien, sólo se preocupa por su mamá cuando está enferma y busca que la casa se venda mientras ella viva. La hija de en medio trabaja todo el tiempo, pero apenas para sostener a ella y su hijo M, y aunque busca pasar tiempo con ella, su doble jornada no se lo permite. Y el menor, un holgazán vividor, que cada vez que visita a la familia come de a gratis, se lleva algo de la casa y sino es que le roba a su propia mamá.
Así que cuando M decide ir a vivir con la abuela, no se la pone fácil, pero poco a poco le va tomando cariño y se va entendiendo con él, pues, aunque su mirada está en la herencia, es el único que le dedica tiempo para entenderla en su día a día y en lo que anhela cuando ya no esté: una amplia parcela (tumba), para augurar fortuna a sus hijos, pero sobre todo, para reunirlos nuevamente en su nombre.
Otro aspecto muy similar es el trato hacia los adultos mayores, pues aunque la abuela aún no ha muerto, la mandan a un asilo, que a diferencia de los que imaginamos, es un lugar en el que comparte habitación, hay cosas amontonadas y se siente solo. Y también vemos una escena en la que la abuela pide dinero para su parcela (tumba), y se lo niegan, pese a ser familia, y una frase que remata este aspecto: “Los hijos heredan los bienes, las hijas los genes” (enfermedades).
La película se toma su tiempo para desglosar estos y otras aristas del asunto, unas menos felices que otras, como cuando la anciana espera los domingos con su mejor ropa a que la visiten y cocinando incluso, pero nadie lo hace; o cuando lo único que quiere de sus hijos es jugar cartas con ellos, pero resulta que nadie tiene tiempo. Y aunque M no recibe la herencia que buscaba, se da cuenta que la riqueza estuvo en los momentos con su abuela quien, pese a todo, y pese a ya no estar, lo vuelve su “número uno”, y logra por fin, juntar a toda su familia en una hermosa parcela.
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El Postre
⋆ ⋆ ⋆ ⋆ (8/10) No se la pierda
En Flow un gato mira su reflejo como quien adquiere conciencia de su nuevo lugar en la tierra, al aparecer, recién reconquistada por la naturaleza, sobre todo por agua, y sin humanidad. Individualista y huraño, Flow será salvado por una ballena de morir ahogado en este nuevo diluvio, aunque él, después de salvar a otros, no pueda salvarla a ella del inevitable flujo.
Un gato, un capibara, un lémur, un perro labrador y un ave irán conformando esta nueva arca de Noé, donde diversas especies confrontarán sus diferencias para sobrevivir y restablecer el ciclo sin fin de la vida.
Fábula donde estos animales adquieren ciertas características humanas, buenas y no, donde la ausencia de diálogos nos demuestra la importancia de las acciones y ciertos sacrificios ante el inevitable curso de la vida y la naturaleza, que no controlamos y al que sólo queda adaptarnos.
Aunque la historia peca de optimismo y de situaciones muy convenientes, su belleza visual y parábola del quizá inevitable fin de la humanidad, vista a través de los animales, verdaderos dueños de esta tierra, funciona como un reflejo en donde ya no nos podemos ver sólo a nosotros, sin junto con los demás que nos rodean.
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La Sobremesa
⋆ ⋆ ⋆ (6/10) Vale la pena
Nosferatu de Robert Eggers empieza muy bien, pero comienza a prolongar de más el clímax que el tono se vuelve lánguido y somnífero.

Por momentos las actuaciones están fuera de proporción. Apuesta por un terror elevado, creando una atmósfera gótica-lúgubre, que se agradece junto con los grandes y magistrales movimientos de cámara; aunque pareciera apropiarse de algunos planos de la versión de Coppola (1992); y tiene más guiños con ésta que con el expresionismo alemán de Murnau (1922).
Su metáfora radica en Ellen (ambigua Lilly-Rose Melody), una mujer que en un contexto patriarcal, decide escuchar sus emociones y sus impulsos sobre todo sexuales, a lo que la sociedad machista tacha de posesión y locura, tratando de contenerlas con un coserte o sedándola.
El exterminio de Nosferatu, es el control o exterminio sobre esos "monstruosos" e incomprensibles impulsos femeninos (que parecieran estar en otro idioma), ya no solo en la noche al interior de los hogares, sino ahora a plena luz del día.
Robert Eggers hizo la tarea, no cabe duda, pero después de Nosferatu (1922), Nosferatu (1979), Drácula (1992) o La sombra del vampiro (2000), la verdad es que no aporta mucho al personaje ni a la historia del chupasangre por antonomasia. Forma no es fondo.
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