OPINIÓN| ¡Trump nuevo Presidente de Estados Unidos!
- Alex Hernández
- 8 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 19 dic 2024
Aun cuando Donald Trump siempre tuvo una narrativa frontal y despectiva a ciertos grupos demográficos norteamericanos, lo hizo de principio a fin, sabiendo que la constancia de sus palabras, sería mucho más significativa a la hora del voto, que el salto de agenda en agenda que Harris demostró durante la etapa media y final de su campaña.

¡TRUMP NUEVO PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS! Sea que el DeLorean lo haya dejado en el 2016 o en el 2024, seguramente esta será portada de varios de los diarios más importantes de Estados Unidos.
Se ha hablado mucho de los costosos errores de Kamala Harris, de la tardía campaña del partido demócrata y del enorme lastre que significó Joe Biden, sin embargo, habría que poner más atención a los aciertos de Trump que a las pifias de Harris, porque es ahí donde encontraremos explicaciones a varias cosas que están aconteciendo y, por ende, a los resultados que beneficiaron al partido republicano, o mejor dicho, trumpista.
Los parámetros más importantes surgen del aumento de los votos de las mujeres, los jóvenes y los latinos, que desde el discurso y la agenda, pareciera que eran las víctimas de una campaña misógina, antinmigrante y retrógrada. Pero entonces ¿de dónde proviene el intempestivo apoyo de estos sectores al candidato republicano? De la congruencia y la simpleza del discurso.
Aun cuando Donald Trump siempre tuvo una narrativa frontal y despectiva a ciertos grupos demográficos norteamericanos, lo hizo de principio a fin, sabiendo que la constancia de sus palabras, sería mucho más significativa a la hora del voto, que el salto de agenda en agenda que Harris demostró durante la etapa media y final de su campaña. La congruencia, aun cuando confrontativa y polémica, generó un impacto más grande en el electorado.
Por otra parte, aunque burdo y simple, el discurso del republicano era mucho más consecuente a las demandas del pueblo estadounidense. Tangible y orientado a la voz de aquellos que veían a la economía como un problema prioritario a resolver. Kamala se dedicó a hablar de abstracciones más complejas y difíciles de materializar en una ciudadanía a ras de piso: Derechos Humanos, libertades y justicia, que si bien son importantes, son poco útiles para los problemas del día a día de las clases medias y bajas, incluso de aquellas mujeres y migrantes que si bien prestan cierto interés en la agenda progresista, automáticamente pasan a segundo plano cuando la inflación les arrebata sus hogares y el pan a sus familias.
Poco sirvieron de parámetro, nuevamente, varias de las encuestas que pronosticaban un final de fotografía, ya que la diferencia entre ambos candidatos fue mucho más grande de la vaticinada, haciendo ver que, a pesar de la proliferación de discursos radicales y antiderechos, el mundo está cambiando a una era en donde las disque izquierdas y las agendas “buena ondita”, están dejando de impactar al electorado, siendo sustituidos por el voto de castigo y el sufragio revanchista, en donde si no me serviste cuando pudiste, prepárate para quedarte sin chamba, por de más notorio no solo en Estados Unidos, sino en España, Reino Unido e incluso México, buscando resultados más eficientes aun cuando parecieran un tanto pragmáticos.
Pero además de ello, las y los candidatos del mañana deben saber de la imperante necesidad de conocer a su público, siendo insuficientes las palabras bonitas y la retórica compleja, porque en un mundo tan desechable, no importan cómo lo hagas, pero propón soluciones o el escroleo político te espera.
Comments