¿Oaxaca está preparada para un desastre natural?

Por su ubicación geográfica, la entidad oaxaqueña es propensa a enfrentar distintos fenómenos naturales. Por un lado, el lugar que nuestro estado ocupa en el Cinturón de fuego del Pacífico, una de las zonas sísmicas más activas a nivel global, eleva la probabilidad de que ocurran sismos de diversa magnitud a lo largo de su territorio. Por otro lado, el territorio costero que posee Oaxaca le vuelve vulnerable a los efectos de los fenómenos meteorológicos propios de estas zonas, los estragos del huracán Ágatha todavía se pueden sentir a flor de piel en algunos municipios.

Escuela dañada por el sismo en Juchitán, Oaxaca. Fuente: CENAPRED

Los incendios, las sequías, las inundaciones, son riesgos a los que una gran parte del territorio oaxaqueño, y sus habitantes, se encuentran expuestos, ya sean provocados por fenómenos naturales o por la propia actividad humana.

¿Las autoridades estatales y municipales de Oaxaca están preparadas para enfrentar adecuadamente estos riesgos?

Según la Ley General de Protección Civil las administraciones públicas deben contar con instrumentos de planeación, recursos humanos y económicos con los que puedan asumir sus funciones de protección civil. Los instrumentos básicos que las autoridades deben desarrollar e implementar son: Plan o programa de protección civil, Plan de emergencia y Atlas de riesgo.

El Plan o programa de protección civil debe organizar las acciones, personas, servicios y recursos disponibles para llevar a cabo las actividades de protección civil ante la existencia de desastres o riesgos. El plan de emergencia o de contingencia es un instrumento a largo plazo en el que se establecen los objetivos, políticas, estrategias, líneas de acción y todo tipo de recursos necesarios para la atención de desastres con base en un diagnóstico de riesgos en el territorio. Y el Atlas de riesgo es un sistema de información para generar mapas y sistemas geográficos que permitan la simulación de escenarios de desastre, así como generar recomendaciones sobre medidas de prevención y mitigación efectiva.

Según los datos arrojados por el Censo Nacional de Gobiernos Estatales 2022, de los instrumentos básicos, el gobierno estatal de Oaxaca cuenta con los tres, incluso cuenta con programas especiales para atender incendios forestales, temporada de sequías, temporada invernal, temporada de lluvias y hasta por Pandemia de COVID-19.

Desafortunadamente, la entidad no ha dispuesto de un fondo propio para la atención de emergencias y desastres naturales. Este hecho desemboca en la carencia de recursos económicos para enfrentar y, sobre todo, prevenir la ocurrencia de eventos que pongan en riesgo la vida y los entornos de sus habitantes.

Siguiendo los datos del Censo Nacional de Gobiernos Estatales 2022, la administración pública estatal de Oaxaca cuenta con menos de dos personas dedicadas a actividades de protección civil por cada 100 mil habitantes, mientras que, en estados como Guerrero, Nayarit y Campeche, las personas dedicadas a estas tareas oscilan entre 11 y 14 por cada 100 mil habitantes.

Por otro lado, de acuerdo con el Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales de Ciudad de México 2021, las administraciones municipales oaxaqueñas, que también deben asumir responsabilidades sobre la prevención de riesgos, presentan un rezago importante respecto a la construcción de los instrumentos básicos en la materia. Poco más del 50% de los municipios de Oaxaca no cuentan con un programa de protección civil ni de emergencia, más del 90% de los municipios no tiene un Atlas de riesgo y sólo un 2.3% del total de municipios oaxaqueños tiene un fondo propio para la atención de emergencias y desastres.